lunes, 17 de marzo de 2008

LA CONTUNDENCIA CULTURAL



Debo iniciar manifestando que el concierto PAZ SIN FRONTERAS convocado por el cantante Pop JUANES me conmovió. Resulté gratamente sorprendido por la asistencia de más de 80.000 personas que se ubicaron sobre, debajo, al frente, detrás, por todas partes del puente internacional Simón Bolívar en la frontera colombo-venezolana. Me estremecí. Surge entonces una primera advertencia: este tipo de espectáculos y de promociones no puede analizarse desde el nivel artístico, desde el gusto o desde la afición musical. Si así fuera también debería poner de manifiesto que salvo Miguel Bosé y Juan Luis Guerra, no comparto el estilo artístico de Juanes, ni de Ricardo Montaner, ni siquiera me agrada mucho Alejandro Sanz, ni que decir de Juan Fernando Velasco. Vives es un caso aparte, porque hay motivos más del carácter emocional que musical los que me atan al cantante colombiano.

Por el mismo aturdimiento de mis emociones encontradas creo que lo mejor será hacer una lista de las apreciaciones que me quedan después del concierto y en medio de la reunión de cancilleres que tiene lugar en Washington D.C. a propósito de los preacuerdos que se establecieron en la OEA debido a la polémica entre Colombia y Ecuador por el tema Raúl Reyes.


1. Debemos preguntarnos por qué un concierto promovido por un artista como Juanes logró convocar a una enorme cantidad de ciudadanos dispuestos a decirle de nuevo sí a la paz.
2. La ciudadanía se motiva más por actos de carga simbólica que por eventos del nivel argumentativo o de discusión política, eso es definitivo.

3. La cultura a través de sus diversas manifestaciones es un eje articulador frente a la incapacidad de generar soluciones prácticas frente a los conflictos.

4. Es notoria la incapacidad de la política internacional de los países latinoamericanos para afrontar la crisis diplomática.
5. Lo que no han logrado establecer como consensos básicos los ministros de relaciones internacionales lo pudieron hacer siete cantantes de distintos países y ciudadanos movilizados por el espíritu de la música, por la contundencia de la acción cultural.

6. La movilización ciudadana en la frontera es un acto de posibilidad cívica que demuestra que sí hay una sociedad civil que supera los límites geográficos y que puede más que las decisiones políticas.
7. Hay una empresa privada dispuesta a invertir significativas sumas de dinero para insistir desde lo simbólico en la búsqueda de soluciones pacíficas al conflicto.
8. Frente a los actos culturales, simbólicos y mediáticos como el vivido en el concierto PAZ SIN FRONTERAS no pueden establecerse mecanismos de conspiración. Fue, sucedió, pasó, una idea se volvió concreción a la hora de sumar esfuerzos artísticos para decir, nuevamente, desde la sociedad civil que la paz es un derecho legítimo de la sociedad.
9. El mensaje, por lo visto en la primera jornada en la OEA no llegó a quienes también debían comprender que el asunto de la paz está por encima de las diferencias establecidas en el caso de Raúl Reyes. Las acciones de las FARC son contra los colombianos, y si somos una sola bandera son en contra de venezolanos, ecuatorianos, peruanos, y bolivianos por igual. Entonces, así como lo expresó Juan Fernando Velasco "yo nací aquí: en Colombia, en Ecuador, en Venezuela, en República Dominicana", entonces, cabría decir que Raúl Reyes murió en Ecuador, en Colombia, en Venezuela, en República Dominicana, en la América Latina de la sociedad civil que reclama justicia.
10. Mientras 80.000 personas pudieron ponerse de acuerdo para establecer un encuentro alrededor de un propósito de pacificación, los ministros de relaciones internacionales que no suman ni siquiera cien no han podido lograr un consenso sobre un hecho propio de la diplomacia. Resultó ser cierto entonces que los artistas resultaron ser todos unos cancilleres de la paz.

Este decálogo inicial es una primera lluvia de ideas, una aproximación por lograr aclarar estas emociones que me han surgido. El lector podrá encontrar contradicciones, rutas de desenredo, opciones. El asunto es tratar de buscar respuestas que nos lleven a comprender por qué frente a la contundencia de la cultura, la política sigue siendo tan contradictoria y tantas veces absurda...

p-d. Como extraño que Shakira, siendo la "máxima" estrella de la canción colombiana no haya asistido a la convocatoria...¿por qué si lo hizo entonces un Alejandro Sanz?


1 comentario:

El Juli dijo...

En cierta ocasion se promovio el lema "+ Arte - minas", creo que con este concierto se da un paso mas para mostrar que la música y las artes, pueden mas que la guerra y los conflictos.