viernes, 7 de marzo de 2008

UNA CELEBRACIÓN DIFERENTE


CON MOTIVO DE LA CONMEMORACIÓN DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Los planes de desarrollo y el logro del empoderamiento de la mujer.

Retomando las palabras del Doctor Fernando Herrera Araújo, Coordinador del Área de Pobreza y Desarrollo Sostenible del Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo-PNUD: “Los Objetivos de Desarrollo del Milenio son un acuerdo mundial para alcanzar el primer peldaño en la senda del Desarrollo Humano: los derechos básicos indispensables para ampliar las opciones u oportunidades de la gente de forma integral y coordinada; al reflejar lo socialmente deseable en acciones técnicamente posibles alrededor del mundo.

En Colombia esa combinación de voluntad política y capacidad técnica fue plasmada a nivel nacional en el Conpes Social 91/05 “Metas y Estrategias de Colombia para el logro de los ODM – 2015” y esperamos que queden plasmados en todos y cada uno de los Planes Departamentales y Municipales. El reto de los nuevos gobernadores y alcaldes consiste en establecer, para las realidades de su territorio, esa combinación entre la técnica y la política, para asumir, en el contexto de su plan de desarrollo, los propósitos colectivos frente a los Objetivos de Desarrollo del Milenio”.

En este orden de ideas, uno de los objetivos del milenio que se espera queden plasmados en los planes de desarrollo territoriales, el de promover la equidad de género y la autonomía de la mujer.

Hay amplias pruebas de los efectos multiplicadores que logran las inversiones en la igualdad entre hombres y mujeres y el empoderamiento de la mujer. En todo el mundo, más de 1.700 millones de mujeres están en su etapa de producción y procreación, entre 15 y 49 años de edad. Ya están contribuyendo en gran medida a sus familias, sus comunidades y sus países. En la mayoría de las familias, las mujeres o bien son el sostén del hogar o bien contribuyen a éste. Custodian el precioso capital humano de sus países: los niños y niñas. Las inversiones con objetivo bien definido—en educación, salud reproductiva, derechos económicos y políticos de la mujer—pueden tener efectos catalíticos sobre el progreso hacia la reducción de la pobreza, el desarrollo sostenible y la paz duradera.

La igualdad entre hombres y mujeres beneficia a las familias, las comunidades y los países, así como a las propias mujeres. Las alianzas más fuertes entre mujeres y hombres, y los derechos y responsabilidades compartidos, son la respuesta a muchos de los problemas que obstan al desarrollo humano.

El logro de este objetivo entonces requiere contar con un liderazgo concertado, político y comunitario, a todos los niveles, además de los recursos para promover la igualdad entre hombres y mujeres mediante políticas y presupuestos.

“Han pasado sesenta años desde que los fundadores de las Naciones Unidas consagraron, en la primera página de nuestra Carta, la igualdad de derechos de hombres y mujeres. Desde entonces, sucesivos estudios nos han enseñado que no hay un instrumento más eficaz de desarrollo que el empoderamiento de la mujer. No hay ninguna otra política que tenga iguales posibilidades de elevar la productividad económica o reducir las tasas de mortalidad de niños menores de un año y madres. Ninguna otra política es tan certera para mejorar la nutrición y promover la salud, inclusive la prevención del VIH/SIDA. Ninguna otra política es tan poderosa para mejorar las oportunidades de educación de la próxima generación. Y también me aventuraré a decir que ninguna política es más importante para prevenir conflictos o para lograr la reconciliación cuando el conflicto llega a su fin. Pero, sea cuales fueren los beneficios muy reales de efectuar inversiones en la mujer, el hecho más importante sigue siendo: las propias mujeres tienen derecho a vivir en condiciones de dignidad, protegidas contra la miseria y contra el miedo”. — Secretario General de las Naciones Unidas–Kofi Annan, Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer

Artículo generado desde el proyecto “ Las mujeres de Nariño llevan sus voces y derechos a las agendas de desarrollo” . PNUD, UNIFEM, UNFPA.

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