jueves, 24 de abril de 2008

Catalina Uribe Reyes nos comparte este texto en el Rincón de los Escritores, para referirnos algunos mitos que se han elaborado alrededor del ya iconográfico 23 de de abril, fecha de la celebración idiomática. Así que vamos a leer atentamente este texto que contribuye a la desmitificación, a la precisión histórica y a la relectura de nuestras celebraciones culturales.

Además de que ninguno de los dos murió el 23 de abril de 1616, es casi imposible probar que se hubiesen conocido, por lo cual la similitud de sus obras se debería al hecho de haber coincidido en la misma época. Sin embargo, el Día del Libro sí está bien fijado, pues la fecha coincide con el fallecimiento y natalicio de varios escritores reconocidos.

Algunos de los grandes mitos de la literatura giran en torno a las posibles coincidencias en las vidas de las dos mejores plumas de la historia: Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare.

Sin embargo, según el diario español EL PAÍS, varios expertos las desmienten y afirman que hay más diferencias que similitudes entre estos célebres personajes.

Uno de ellos, el más popular, es el hecho de que ambos fallecieron el 23 de abril de 1616, pero la verdad es que ninguno de los dos lo hizo ese día.

Mientras que Cervantes murió el 22 de abril y fue enterrado el 23, Shakespeare lo hizo en realidad el 3 de mayo, pues en esa época Inglaterra se regía por el calendario juliano.

Pese a que esta inexacta premisa fue la razón para escoger el Día del Libro, no fue un error haberlo hecho, porque el 23 de abril de 1616 sí falleció el Inca Garcilaso de la Vega, y también en esta fecha murió el español Josep Pla (1985) y nacieron el ruso Vladímir Nabokov (1899), y el colombiano Manuel Mejía Vallejo (1923).

Otra de las similitudes más difundidas es que tuvieron la oportunidad de conocerse en persona e influir en la obra del otro. Aunque hay algo de verdad en lo de las semejanzas de sus respectivos trabajos, para ello no hubiese sido necesario el haberse encontrado frente a frente.

De acuerdo con el director del Departamento de Filología Española y sus didácticas de la Universidad de Huelva, Luis Gómez Canseco, “las coincidencias son mínimas. El único dato seguro es que Shakespeare leyó la primera parte del Quijote y que hay una obra perdida de la que se conserva un resumen”[1] en la cual el inglés -junto a un colaborador- retoma el personaje de Cardenio, que aparece en un episodio de la principal obra de Cervantes.

“Todo lo demás son conjeturas”[2], afirma Gómez Canseco, autor, junto a Zenón Luis-Martínez, de ‘Entre Cervantes y Shakespeare: Sendas del Renacimiento’.

Inclusive el profesor Michael Bell, del departamento de Literatura inglesa y comparada de la Universidad de Warwick (centro de Inglaterra) se mostró más escéptico al asegurar que “sería muy complicado” probar que esta lectura se haya dado en realidad[3].

Según Bell, lo más importante en este caso es la coincidencia de estilos y contenidos. “Ambos produjeron figuras que en cierta manera sentaron las bases fundacionales de los iconos”, como Hamlet o Don Quijote, y además lo hicieron “con apenas unos años de diferencia”. Y los dos manejaron una estructura de tramas y subtramas, en las cuales siempre incluían partes de comedia[4].

Gómez Canseco explica esta cercanía en que esto pudo haber sucedido por el simple hecho de que ambos vivieron en la misma época y “influencias culturales parecidas”, además de las mismas “lecturas”, por lo cual ofrecieron “soluciones literarias paralelas”[5].

Con información de EL PAÍS de España.



[1] Cervantes y Shakespeare: ni se conocieron, ni se copiaron, ni murieron el mismo día. [Consulta Abril 22 de 2008]. Madrid (España): EL PAÍS; 2008. Disponible aquí.

[2] Cervantes y Shakespeare: ni se conocieron, ni se copiaron, ni murieron el mismo día. [Consulta Abril 22 de 2008]. Madrid (España): EL PAÍS; 2008. Disponible aquí.

[3] Cervantes y Shakespeare: ni se conocieron, ni se copiaron, ni murieron el mismo día. [Consulta Abril 22 de 2008]. Madrid (España): EL PAÍS; 2008. Disponible aquí.

[4] Cervantes y Shakespeare: ni se conocieron, ni se copiaron, ni murieron el mismo día. [Consulta Abril 22 de 2008]. Madrid (España): EL PAÍS; 2008. Disponible aquí.

[5] Cervantes y Shakespeare: ni se conocieron, ni se copiaron, ni murieron el mismo día. [Consulta Abril 22 de 2008]. Madrid (España): EL PAÍS; 2008. Disponible aquí.

Modificado el ( miércoles, 23 de abril de 2008 )


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