sábado, 7 de septiembre de 2013

40 NIÑOS VIAJAN EN BARCO

Por: GUSTAVO MONTENEGRO C. 
 
En el pasillo dos niños juegan a buscarse uno al otro. En el camerino se afinan los clarinetes. En el auditorio ansiosos los asistentes esperan que el telón devele a la INEM Jazz Ensamble. Es miércoles, son ya las siete y media de la segunda noche de PASTOJAZZ, este festival que se ha luchado superando los contextos locales que han dejado a estas alturas a la capital de Nariño sin gasolina, con pocos alimentos y con altísima incertidumbre sobre el orden público, aún así, la música se impone.


El reloj suma unos minutos más y en tarima están ubicados cuarenta y dos pequeños gigantes de la música. La expectativa está en un nivel de silencio pleno. El auditorio, siempre respetuoso recibe con ansiedad la presentación de esta Big Band conformada por estudiantes de la Institución Educativa INEM de Pasto que han tomado cientos de horas de su trabajo académico para formar un conjunto de jazz. Medio minuto luego de que todos los niños han sido recibidos con aplausos, ingresa al primer plano de la boca del Teatro Imperial el maestro Albeiro Ortíz, un hombre de sonrisa permanente que ama la música, que disfruta el Jazz y que desde la educación forma a las nuevas generaciones de músicos, de mejores ciudadanos desde la cultura.


Faltando no más de veinte minutos para las ocho de la noche se echa a andar un concierto que hizo mover los pies, las manos, las cabezas. Albeiro y sus niños juguetones ahora hacían música en clave de jazz. La música en el aire trajo las imágenes de las películas de Chaplin, o los relatos visuales de las historias de gangsters. No podía irse el aire del sur, pero pronto estaban de nuevo los sonidos de un jazz romántico, clásico, propio de esos grandes salones de los orígenes del género de la libertad.

En el camerino Urpi Barco realiza todo un ritual de preparación. La mujer bonita ahora se convierte frente al espejo en la artista poderosa y radiante. Los acompañantes de la voz bogotana se asoman a disfrutar de las últimas armonías de la INEM jazz ensamble que se levanta con el nerviosismo que aún viven los novatos artistas al ser aplaudidos con pasión por parte de su auditorio encantado.  


La noche avanzó. Más allá de las nueve de la noche se pudo comprender por qué la voz es un instrumento musical. Urpi Barco sí que supo exponer ese concepto que puede tonarse abstracto o teórico. La dulzura de la voz de la maestra bogotana es un reflejo de su fuerza interior, de su coraje espiritual. Su voz expone en afinadas notas musicales todo lo que ella es. Serán las nueve y cuarenta y cinco de la noche y la voz que arrulla y emociona se detiene para darle paso a Peter Jackson, un percusionista que puso el criterio de la innovación en acción plena al brindarle al público de PASTOJAZZ una demostración de talento, virtuosismo a través de la percusión étnica. Ese manejo de las sonoridades percutivas del mundo, permitieron al público navegar en un barco por aguas musicales diversas desde el talento de Jackson.

Soñar, despertar, bailar, arrullar, amar, enamorar, reflexionar, volver al sueño, y seguir despertando. Así cuarenta niños, cientos de asistentes, y todo el personal alrededor de PASTOJAZZ pudo viajar en el barco musical colombo jazzístico de Urpi Barco. Agradecida sigue sonriendo constantemente la bella Urpi, el cuarteto se abraza porque se reconocen un equipo que dejó lo mejor de su trabajo “Sueños” en el escenario del Teatro Imperial que ya tiene sus luces apagadas. En el tiempo serán más de las diez de la noche, ya no importa, en el navegar musical las manecillas del reloj permanecen inmóviles. 




Mayor información:
Comunicaciones Pasto Jazz
Calle 15 No. 24 – 48 Casa Inés, 2do Piso
7292727 - 7292201 Ext. 15
En twitter somos: @PastoJazz

No hay comentarios: