martes, 12 de agosto de 2008

SE FUE FALS




Marcela Montenegro, Gustavo Montenegro Cardona, Juan Carlos Santacruz Gaviria, Orlando Fals Borda y Gloria Ximena Garzón. El equipo de producción de la serie documental "Sumando somos más" en la casa del maestro Fals Borda en enero de 2007.


Entre los textos de investigación que se leían bien por obligación o con el entusiasmo de descubrir novedades para el conocimiento, los de Orlando Fals Borda siempre tuvieron ese tinte particular de resultar sorpresivos, gratos, agradables y contundentes. En otros lugares, la teoría de la Investigación Acción Participativa resultó ser una utopía que no valía la pena ser abordada y fue cuando sentí tristeza porque Fals Borda era ignorado en algunas esferas de la alta sociedad investigativa. Lo volví a tener como referente cuando insistía, desde diversos lugares donde hacía figurar su opinión que Nariño, a propósito del proceso de la Constituyente Regional, que esta tierra debía reflexionarse desde su riqueza cultural, desde su multiculturalidad, desde las herencias de los afroamericanos, los indígenas, los campesinos y los colonos. Fue cuando sentí que la deuda se había pagado con este pensador de nuevas realidades.


Luego, gracias a la insistencia de nuestro amigo Mario Fernando Mora, como institución decidimos comprobar que era posible asomarse a la IAP para que la comunicación dialogara desde otras perspectivas con la realidad social y así procuramos que cada proyecto tuviera suficiente conciencia investigativa y altísima capacidad de procurar confrontación comunitaria desde los lineamientos en teoría y práctica ya había demostrado Fals Borda.



Fue en enero de 2007 cuando nos recibió en su casa para dialogar respecto a su mirada sobre el movimiento de Inconformes en Pasto y para contar con su testimonio sobre lo que pensaba de esta región, sobre el ser nariñense, y sobre los movimientos sociales de nuestro departamento. Tanta sabiduría, y tanta sencillez en una persona como Fals Borda fue la primera grata impresión que nos dejó el contacto directo con el maestro. Cada uno de los que ahí estábamos teníamos nuestra propia forma de verlo, de admirarlo, de concebirlo. Yo, tras la cámara vi a un hombre sabio, un costeño con pinta de cachaco, un hombre que por su entorno tenía a Oriente metido en su alma. Vi a un Orlando Fals Borda dispuesto a compartir sus pensamientos, los de antes y los de ahora. Era un maestro, pues siempre estuvo actualizándose. Vi a un Orlando Fals Borda cálido, inquieto, dispuesto a reconocernos y a reconocer a otros más. Para mi gusto personal, debo afirmarlo, era lo único bueno que tenía el Polo Democrático: ahora se fue.
Siempre procuro vivir cada mañana con alegría, con una sonrisa en mi boca para contagiar de mi felicidad a otros. Siempre procuro leer las noticias de manera que no me afecten en lo personal, y analizo cada nota de interés a la luz de lo que pueda ser útil para el blog. Hoy esta misión resultó imposible. Siento tristeza, siento que he perdido a alguien. Siento que se fue una vida valiosa para el país, pero no sé hasta qué punto, el país sabe lo que perdió. Creí que EL TIEMPO titularía en su primera página la muerte de Orlando Fals Borda: claro, soy ingenuo todavía. Fueron breves minutos los que compartí con el maestro en su casa, alrededor de una entrevista que quedará guardada como un buen tesoro, pero fueron muchos años pensando en su pensamiento, intentado cumplir su mandamiento investigativo. Hasta pronto Fals, buen viaje Orlando Fals Borda.

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