martes, 5 de enero de 2010

INDULGENCIAS CON PADRENUESTROS AJENOS

Por: GUSTAVO MONTENEGRO C.

Como vergonzoso debe calificarse el evento de entrega de la declaratoria al Carnaval de Negros y Blancos como “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad” que particularmente pude observar a través de la señal de Telepacífico del 5 de enero de 2010.

Un acto que debería caracterizarse por llevar el protagonismo de los cultores, gestores y constructores del carnaval de negros y blancos que desde 1912 tiene vida en San Juan de Pasto y en más de cuarenta municipios del departamento de Nariño, pasó a convertirse en una vitrina para los actores de la política nacional y regional. Calificar de heroína a la ministra Paula Marcela Moreno por parte de un maestro de ceremonias que posó más de alentador de tarima de políticos se sobrepasó en su actuar, no sólo rompiendo el protocolo, sino abusando de su condición para terminar hablando más de la cuenta, es sólo una muestra de lo descarrillado del acto.

El carnaval que hoy pasa a ser parte del universo cultural, tiene en los artesanos, en los ciudadanos de Pasto, en los jugadores de siempre, en los músicos, en los danzantes, en los hombres y mujeres que sudan en la senda; en los investigadores, en los promotores de la esencia de la fiesta, en los historiadores que han reconstruido el relato del carnaval, en los niños que apenas empiezan a dibujar sus sueños como artistas de lo efímero, en las mujeres que promueven al interior de sus casas la construcción de obras monumentales que rondan más allá del tiempo, a los verdaderos protagonistas de la celebración. Sin embargo, la mesa de honor estuvo habitada por las figuras efímeras del poder y la placa que da testimonio de la declaratoria de patrimonio inmaterial no fue entregada a la ciudadanía, sino a quienes se suponen ser representantes de un pueblo que como se pudo escuchar por sus chiflidos y algarabía, ni siquiera compartió el mensaje de saludo presidencial.

Una plaza vacía, un acto insípido, un acto ausente de ciudadanía. El evento que se ajusta más a las agendas de los personajes nacionales, resulta incoherente a los principios democráticos, de encuentro, de juego, de diversión y de espíritu popular que hacen del Carnaval de Negros y Blancos una manifestación cultural diferente, particular y exclusiva. Provoca enojos que los aplausos se los lleven los actores institucionales antes que los propios sujetos de la dinámica carnavalesca. En ese acto debían tener palabra y homenaje los artistas del carnaval, los nombres como Luis “Chato” Guerrero deberían recibir los agradecimientos y los aplausos. En la sombra quedan los nombres de los maestros Zambrano, Chicaiza, y otros, muchos otros más que ha sido los forjadores de un carnaval que hoy tiene un lugar en el mapa mundial de la cultural, pero no, los organizadores se valen de protocolos oficiales otorgándole una vez más la oportunidad de la vitrina política a quienes como el caso de la Gerente de Corporcarnaval no representan el sentir de los gestores del carnaval como se ha venido manifestando en distintos lugares de las opiniones públicas.

Aquí no vale decir que se ha puesto un granito de arena como lo dijo el Gobernador Navarro, se trata de valorar, reconocer el trabajo de los que han puesto toneladas de papel, cantidades inmensas de pegante, kilómetros de caminos o litros de sudor para darle vida a un carnaval que vive y se reconoce como patrimonio a pesar de sus instituciones. Por eso esa placa debía entregarse en un acto honesto y transparente a la ciudadanía, a través de una simbología diferente y con un toque creativo que realmente hablara de los valores intrínsecos que posee la que se ha catalogado como la fiesta más popular de Colombia.

La entrega de la declaratoria merecía algo más que un acto de burocracia. El nivel de su significado cultural, en consonancia con su esencia vital requería un acto masivo, público, ciudadano y altamente democrático. Así muchos siguen ganando indulgencias con padrenuestros ajenos.

5 comentarios:

susy dijo...

Desconocía absolutamente esta festividad, en esta época del año.
Los carnavales los festejamos hacia el mes de febrero, pero por lo que decís esto es algo mucho más trascendente, porque interpreto tiene que ver con las raices culturales de vuestra tierra.
Entiendo que por actos partidistas gubernamentales no se hizo lo correcto, tal cual lo mencionas. Cuánto tiene que ver vuestro presidente en todo esto?
Desde mi ignorancia, adhiero a tu posición democrática.
un saludo latinoamericano

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo Gustavo. Es una lástima que quienes gozamos del carnaval no queramos esgrimir argumentos para preservarlo de la rebatiña idiota de quienes se creen sus depositarios sin ser más que burdos representantes del oprobio y el desconsuelo.

gusmontenegro dijo...

Saludos Susy, gracias por tu participación. El debate queda abierto. Y no, el Presidente Uribe no tiene nada que ver en este asunto. El tema obedece a las aspiraciones locales y regionales.

ARTURO OBANDO dijo...

Bien por este texto que devela lo que muchos no vemos por estar inmersos en otros menesteres.

Anónimo dijo...

Deleznable y Vergonzoso igualmente como no se menciono el nombre de la Antropologa Claudia Afanador como uno de los actores en la gestión de esta Inclusión del Carnaval en esta lista de la ONU.

La administración de Corpocarnaval es una de las principales responsables de este desproposito, segundo ya, relacionado con la declaratoría de patrimonio de la humanidad. El primero Gustavo no lo olvides fue en la fecha en que se hizo la declaratoria y se organizo improvisadamente un desaguisado acto al que no acudío mayor público convocando apresuradamente gestores culturales del carnaval sin ninguna logistica minima. La administración de Corpocarnaval es una VERGUENZA de la que se debe prescindir de cualquier modo cuanto antes. En menor medida se vío a unos Guardianes o Vigias del Patrimonio en el acto, bueno, también ellos deberian velar por un acto más simbolico y no meramente protocolarío y veintejuliero como el protagonizaron Alvarado y Navarro a la cabeza el 5 de enero de 2010.


PDTA. Pero no olvidar que la ONU como la OEA son cosa de risa


Felipe Reyes Arteaga