domingo, 10 de enero de 2010

DESAFIOS PARA 2010

Imagen tomada de: http://rupestreweb.tripod.com/mach10.jpg. Alusión al proyecto de la restauración de la piedra de machines en Cumbal.

1. El departamento de Nariño desde su estado de gobernabilidad deberá hacer realidad los sueños planeados a través de sendos ejercicios de participación ciudadana que formularon varios planes en áreas como la educación, la cultura, la comunicación, la educación ambiental, entre otros. Suficiente planeación, ahora será el tiempo de la ejecución, de lo contrario, el programa político del gobernador Navarro podría pasar a ser destacado en la historia por su altísima compenetración con los anhelos, pero por su bajísima capacidad de resolución en situaciones concretas.

2. A pesar de que la agenda nacional excluye al conflicto armado, Nariño sigue siendo territorio nuclear de una guerra que resguarda a la fuerza pública, guerrillas, paramilitares, bandas criminales, narcotraficantes, y fuerzas de corrupción que han convertido al departamento en el escenario más complejo del conflicto que aún no desaparece de nuestro pequeño mundo. Desde ahí, deberán ampliarse los mecanismos de negociación y de seguridad. Si en algún rincón del país se cuestiona la política de seguridad democrática es precisamente en el sur que parecería recibir desde el gobierno central una respuesta de abandono social a causa de sus opciones políticas.

3. 2010 deberá ser un punto de encuentro de la alta discursividad que goza la región para convertir las propuestas, las ideas, las sugerencias de crecimiento, desarrollo y progreso en acciones colectivas que nos permitan ser más solidarios, apostarle al cooperativismo y a las actividades conjuntas. Será pues un año para superar el individualismo y caminar de la mano como ciudadanos comprometidos con la construcción de región.

4. El pacífico sur tiene la oportunidad adecuada para sumar esfuerzos locales a través de las iniciativas que surgen desde la ciudadanía como los procesos etnoterritoriales de poblaciones indígenas y afrodescendientes, pero será también el momento para tomar las grandes decisiones políticas a partir de las históricas enseñanzas que ha dejado la escuela del clientelismo y la politiquería. El cambio de rumbo está, nuevamente, en manos de los ciudadanos, para transformarse o para ir hacia el abismo.

5. Para la capital del departamento también es el año para que su gobierno local retome el camino. La Alcaldía de Alvarado se concentró en el tema de la movilidad dejando a un lado temas sensibles como las oportunidades de trabajo, la seguridad ciudadana, la convivencia colectiva, y los procesos de construcción de ciudad desde los esfuerzos poblacionales. Así que por ahora no se ha visto, ni mucho de lo primero y menos de lo último. La ciudad espera ser gobernada y administrada, queda aún un tiempo para reconquistar el mandato otorgado por un buen número de pastusos y pastusas que añoran el trabajo de una primera alcaldía que sobresalió por su compromiso social.

6. Será tiempo de pensar que el territorio es más que lo efímero de las alegrías futbolísticas o de personajes de buen humor que desfilan por los medios de comunicación; los retos de Nariño y sus localidades deben enfocarse en la decisión autónoma del desarrollo endógeno, en las apuestas por otras opciones frente al progreso y en asumir los compromisos de vieja data que aún esperan ser resueltos para superar las condiciones que han condenado al sur a su condición de territorio pobre y olvidado.

7. Ampliación y mejoramiento de la conectividad terrestre, aumento de las condiciones de navegabilidad aérea, apertura a mercados internacionales, diálogos amplios entre los países del gran pacífico, ampliación de tierras agrosostenibles, formación y cualificación del campesinado, garantía de derechos a los grupos poblacionales, oportunidades para los más jóvenes, entre otros aspectos deben ser los temas macro a abordar en la agenda regional.

8. El Polo Democrático, débil en lo político, organizativo e ideológico está en riesgo de perder el terreno ganado en las últimas gobernaciones regionales, los ojos de las fuerzas políticas tradicionales están puestos en el retorno al poder del clientelismo, la corrupción y los demás vicios de la democracia mal interpretada. Es decir, el departamento está en un alto riesgo frente a sus destinos políticos. Hay ahí una tarea para que la ciudadanía actúe desde la perspectiva programática, y que electoralmente actúe pensando en colectivo y no desde el individuo. Que los nombres de personajes como Myriam Paredes, Manuel Enríquez, Enriquez Maya, o Berner Zambrano, sigan apareciendo en la no despreciable nómina del Senado de la República, y que sus acciones sigan encaminadas al favorecimiento de los intereses particulares es única y exclusivamente una decisión de los ciudadanos nariñenses que no podrán seguir lamentando su destino como su acción electoral sea la misma de siempre.

¿Algo más?

Por: GUSTAVO MONTENEGRO C


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