viernes, 26 de junio de 2009

Tiene huevo





No se por qué, pero guardaba la esperanza de que la estudiante que le entregó al presidente Uribe, como un actó simbólico de protesta según ella, el huevo que ahora ha tenido más prensa que el estado de recesión económica, tuviera en las entrevistas con EL ESPECTADOR y CARACOL NOTICIAS el tiempo que no logró en el marco del Foro sobre Responsabilidad Social para entregar los argumentos que tanta falta siguen haciendo en el debate político nacional. Sin embargo, perdió otra gran oportunidad. Todo sigue apareciendo como un capricho de rebelde sin causa.

Ahora algunas consideraciones después de revisar la nota publicada por EL ESPECTADOR:

1. Llama la atención el sentido anárquico de un movimiento político como se supone es el movimiento Tienen Huevo.
2. El uso del huevo como símbolo no logra impactar en su significado y el efecto que ocasiona en las diversas opiniones públicas, es en su mayoría, contrario al que esperan los jóvenes que lo usan.
3. Es una lástima que los actos de supuesta irreverencia sean medidos como actos de valentía en medio de la escena política, recordemos que no es la primera vez que este tipo de simbolismos se usan para demostrar que no se está de acuerdo con una u otra postura ideológica.
4. No hay argumentación que sostenga la acción de la estudiante Liliana Pardo, más allá de posiciones puramente demagógicas y populistas.
5. Resulta pretenciosa la misión de querer hablar por el pueblo, pues un insulto de bajo calibre tampoco representa el sentir de la gente del común.
6. Es urgente la socialización de propuestas, políticas públicas, ideas o mecanismos alternativos que permitan descubrir cuál es la otra vía, la nueva alternativa, el camino por el que un movimiento como Tienen Huevo presentaría políticamente frente al Estado nacional, pues sí la actitud es esa simplemente se reitera la violencia.
7. La polarización aumenta cada vez más y los radicalismos terminan por difuminar la esencia del conflicto social colombiano.
8. El lenguaje que agrede y que fácilmente se asocia con los usos y costumbres de la izquierda radical puede poner en una mala imagen al movimiento provocador.
9. Aunque se niegue, el gran ganador del espectáculo resultó ser el Presidente, pues los medios de impacto nacional destacaron la actitud de Uribe y la falta de respeto de la estudiante.
10. Sin duda "la operación" como la llama Liliana fue una buena "operación ja ja", y comprendo finalmente que se trataba de darle un toque de humor a la "cosa política", en ese sentido fue un completo éxito, pues el acto ha logrado despertar más sonrisas y carcajadas que cambios fundamentales en la dinámica de la política nacional.
11. Insistir en estas prácticas es darle la razón a los que se arman para defender al pueblo, o para someterlo, o para intimidarlo, o para generar el miedo del que falsamente habla Liliana Pardo.

Triste, muy triste nuestro nivel de discusión política.

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