Por: Gustavo Montenegro Cardona
Las
diferentes expresiones culturales también se narran oficialmente generando un
imaginario colectivo sobre su sentido generalizado y creando símbolos comunes
apropiados de manera masiva. Sin embargo, la comunicación emerge como una
herramienta para impulsar nuevos textos que a su vez ayuden a resignificar la
expresión desde aquellos mundos que circulan paralelamente al acto oficial
instalado culturalmente. Así surge La Otra Senda, un relato diferente para
conocer la tras escena del Carnaval de Negros y Blancos en la ciudad de Pasto,
la capital de Nariño, en nuestro bello sur.
Por la senda delimitada oficialmente se
juega con el agua el 28 de diciembre y los cuerpos parecen purificarse para
recibir la fuerza del fuego transformador tres días después en los rituales
casi sagrados del nuevo año. Por un acto de conciencia, como símbolo de la
protección ecológica, o como contra-respuesta a la tradición, otros caminantes
urbanos se toman las calles para pintar sobre el asfalto cientos de dibujos que
expresan lo más íntimo de sus sueños y anhelos, sus
experiencias vitales, o simples trazos infantiles para sólo decir no
desperdiciemos el agua.
Ecológicos, con pólvora encaletada, altos,
gordos, rellenos de trapo, cubiertos de aserrín, pintados, sin pintar, de todo
tipo, forma, color y estatura, surgen monigotes de todo tipo para quemar la
nostalgia del año que se despide el 31 de diciembre. Tras el ritual se definen
también formas sociales y culturales que expresan la opinión política o nuevas
formas de relacionamiento social, económico y cultural en forma de muñeco de
año viejo. La otra senda se convirtió también en un mercado apto para ayudarle
al ciudadano a quemar su pasado.
La cultura que no es estática y como energía
del pueblo se transforma, también se readapta y se renueva. Para la
organización del Carnaval resultó interesante abrir la puerta a una cabalgata
para que desfilara en la senda oficial de la fiesta del sur, para otros
caminantes del carnaval la propuesta generó una protesta que se manifestó en un
andar de bicicletas que bajo el lema de “caballitos de acero” se apoderaron de
la senda oficial para reclamar cuidado y protección a los animales que resultan
maltratados al marchar sobre el asfalto caliente y rígido. La otra senda posó
sus ojos narrativos en esta historia que impactó en las audiencias que
resultaron más a favor de la ronda ciclística que de la cabalgata convocada por
la oficialidad.
En la senda hay juego de talco, carioca y
consumo de pasabocas. En la otra senda hombres, mujeres, familias enteras
buscan la manera de aprovechar la economía local como fuente de ingresos
adicionales para contar con dinero suficiente para cubrir los gastos imparables
de la cotidianidad. En la otra senda hay historias que invitan a reflexionar.
En la senda surgen estampas de un pasado que
a fuerza de lúdica, música y arte reviven la memoria del pueblo pastuso. En la
otra senda emerge el teatro como una voz pregonera para que la familia se reúna
alrededor de la expresión escénica. La voz teatral se hizo sentir el cuatro de
enero como texto que también solicita su espacio fuera de las expresiones del
juego tradicional. La otra senda es el escenario abierto para quienes se alejan
del talco, la carioca y el cosmético.
Las familias que viven del reciclaje, el
ambiente que se genera durante la preparación del día magno, la soledad de
algunos, la resistencia de otros, el silencio de la calle periférica, y la
melancolía del que se resiente por los días de baja economía que genera el
carnaval son los otros relatos que surgen en la otra senda mientras en la plaza
se juega a pintar los rostros con cosmético negro en memoria del Rey visitante
en el pesebre de Belén.
La calle vacía, la historia no masiva, el
cuento menos popular. El relato tras bambalinas. El silencio, los otros
símbolos, las voces diferentes, las expresiones disidentes, las protestas y las
nuevas narraciones son los contenidos que se han procurado explorar en esta
Otra Senda.
Se integra al propósito comunicativo la
construcción de relatos digitales a través del uso de herramientas tecnológicas
que ayudan a combinar los multienguajes en entornos web para entregar mayor
posibilidades de interacción con los lectores, oyentes, y televidentes. Texto
sonoro, escrito y visual se concentran en las plataformas generadas por el
Centro de Creación de Contenidos Culturales del departamento de Nariño, fuente
de producción apoyada por el Fondo Mixto de Cultura de Nariño y la Dirección de
Comunicaciones del Ministerio de Cultura.
Hoy, que viva el seis, que la senda se cubra
de juego, magia y carnaval, nosotros nos veremos en 2015, nos encontramos en La
Otra Senda.
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