Compartimos LA REGIÓN, emisión del 25 de enero de 2013. Una realización del Centro de Creación de Contenidos Culturales del Fondo Mixto de Cultura de Nariño, de la serie "Los ejes de mi carreta".
viernes, 25 de enero de 2013
martes, 22 de enero de 2013
LA CULEBRA: Grupo musical Amadeus. Champagnat.
Una nueva producción de la Escuela Musical Amadeus del Instituto Champagnat de Pasto, con la realización de VISA Producciones. Y ahí, en medio del juego musical la quena alegre, el baile del sur, la alegría constante y el amor por la música de Nicolás Montenegro, mi hijo, mi orgullo, un gran sueño andando.
miércoles, 16 de enero de 2013
martes, 15 de enero de 2013
NO ESPERES PARA ANDAR EL SUR
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viernes, 11 de enero de 2013
ANÍMATE A ANDAR EL SUR
SI CONOCES UNA INICIATIVA DE PAZ, O ERES PARTE DE ELLA ANÍMATE A SER PARTE DE "ANDAR EL SUR". www.andarelsur.blogspot.com
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martes, 8 de enero de 2013
EL TERRITORIO: ANDAR EL SUR
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lunes, 7 de enero de 2013
Fondo Mixto de Cultura de Nariño: LA OTRA SENDA EN STOP MOTION
Fondo Mixto de Cultura de Nariño: LA OTRA SENDA EN STOP MOTION: Hora de jugar con el sonido, la música y la imagen. Un stop motion del 4, 5 y 6 de enero desde La otra senda.
Fondo Mixto de Cultura de Nariño: LA OTRA SENDA: CLIP AUDIOVISUAL 4 DE ENERO
Fondo Mixto de Cultura de Nariño: LA OTRA SENDA: CLIP AUDIOVISUAL 4 DE ENERO: Nuestro realizador, Edgar Ruiz, también estuvo en La otra senda y así captó algunos momentos del 4 de enero, día de la entrada de la Famili...
Fondo Mixto de Cultura de Nariño: DE VISITANTES Y ALTERNATIVOS: PODCAST DESDE LA OTR...
Fondo Mixto de Cultura de Nariño: DE VISITANTES Y ALTERNATIVOS: PODCAST DESDE LA OTR...: Así escuchamos desde La otra senda, las voces y sonidos que surgieron entre el 5 y 6 de enero en medio del Carnaval de negros y blancos. La...
Fondo Mixto de Cultura de Nariño: NEGRO: SIN VERGUENZA EN LA OTRA SENDA
Fondo Mixto de Cultura de Nariño: NEGRO: SIN VERGUENZA EN LA OTRA SENDA: Sin racismos NEGRO SIN VERGUENZA El orgullo de las negritudes en los carnavales de Pasto Por: Gustavo Montenegro Cardona Coordin...
Fondo Mixto de Cultura de Nariño: LA OTRA SENDA EN MOVIMIENTO CLIP DEL 3 DE ENERO
Fondo Mixto de Cultura de Nariño: LA OTRA SENDA EN MOVIMIENTO CLIP DEL 3 DE ENERO: La otra senda se narra con imágenes en movimiento también. Aquí, un clip de las impresiones del 3 de enero alrededor de los colectivos core...
domingo, 6 de enero de 2013
Fondo Mixto de Cultura de Nariño: CARNAVAL EN BLANCO Y NEGRO
Fondo Mixto de Cultura de Nariño: CARNAVAL EN BLANCO Y NEGRO: El hilo de la memoria CARNAVAL EN BLANCO Y NEGRO Nostalgias de carnavales ausentes. Por: Gustavo Montenegro Cardona Coordinado...
viernes, 4 de enero de 2013
DETRÁS DE LA MÁSCARA
Descubriendo nuevos rostros del carnaval
Coordinador
Área
de Comunicaciones
Entre la Plaza de Nariño y el parqueadero
donde me encuentro hay una distancia de unas tres cuadras. Son las ocho y media
de la noche y a mis oídos llegan los ecos de las quenas y las zampoñas
que hacen coro a los cantos andinos que reúnen a miles de pastusos en el corazón de
la capital nariñense.
A través de la ventana gotas de lluvia que mojan el suelo, convirtiendo el asfalto en una pista de jabón. El frío está presente, el Carnaval de Negros y Blancos no para. La otra senda es pausada y vacía.
Llegué ahí luego de que dos horas y media
antes nos mojábamos los zapatos en medio de las pequeñas lagunas de agua y
espuma que quedan por la constante lluvia que llevaba días amenazando con su
presencia y que definitivamente quiso quedarse danzando en carnaval.
A las cinco y cuarenta minutos nos arrojamos
a la calle. Doña Olga, una mujer ya mayor apura el paso porque debe llegar
pronto al estadio Libertad “llevo trabajando treinta años, y siempre que dijo
ya voy a dejar esto vuelvo y sigo”. Una niña de no más de siete años le sigue
el paso y se agarra de su abuela para no caer en un charco que se interpone a
su paso. “Esta es la única manera que tenemos de vivir, por eso los carnavales
son buenos para nosotros” me comenta doña Olga mientras continúa soportando durante su apurado paso dos
canastos llenos de pasabocas de maíz, algunas bebidas, y papas fritas. “Esos del Diario me tomaron unas fotos y a
mí no me gusta”, así me despide Olguita negándose a ser fotografiada, mientras
toma más impulso continuando su carrera.
El frío se apacigua porque los fuertes
sonidos de los bombos, tambores y redoblantes toman más fuerza a medida que un
colectivo coreográfico se acerca hacia el estadio departamental Libertad.
Músicos y danzantes hacen una pausa. Varios de ellos piden “agua, agua, agua
por acá”. Una mujer de mediana estatura sale de las filas y apresurada brinda
líquidos y trozos de panela a los agotados artistas. Se llama Maritza Burbano y
acompaña junto a otras 8 personas a los integrantes del colectivo “Indidansur”.
Su labor consiste en brindar ayuda cuando lo requieren los niños, jóvenes y
adultos que le cantan a la tierra durante el 3 de enero.
“Es mi primer año en estas. Lo hago porque
mi hijo Sebastián toca el bombo, y pues yo lo acompaño donde sea y donde
toque”, explica Maritza, quien luce agotada, está empapada por la lluvia que ha
caído durante toda la tarde. Sin embargo, sonríe. Otro joven más allá pide más
agua y Maritza corre a auxiliarlo. La música vuelve. Una ligera neblina se asoma. Al
fondo destellan las luces del fortín del Deportivo Pasto. Niños juegan a lanzar
espuma y uno que otro adulto adorna una cabellera con talco perfumado. Cientos
de hombres, mujeres, jóvenes, niños y niñas dibujan un camino hasta la puerta
de acceso que conduce a la cancha.
El carbón quema la carne de un pincho, la
calle huele a jabón. En el ambiente se siente la emoción del concurso que juzga
a los mejores colectivos coreográficos del canto andino. Un grupo ya está en el
césped frente a la tribuna. Antes de entrar a escena, el colectivo coreográfico
de la Institución Universitaria CESMAG, "Danzantes del Cerillo", dirigido por el profesor Luis Antonio
Eraso se da ánimos, echan porras, y se entusiasman con energía positiva antes
de “salir al ruedo”. “Estamos felices porque es un proyecto que se logró
aprobar en la Universidad, comencé con diez alumnos y ahora somos ciento
ochenta danzantes y músicos”, así, feliz, aunque nervioso, revestido de telas
verdes, cubierto de dorados accesorios y llevando una corona de fibra de vidrio
habla Luis Antonio, un reconocido maestro de la danza en Pasto y Nariño.
“Invertimos como 30 millones, no sabemos cuánto es el premio, no lo hacemos por
eso, sino para que la danza viva”.
Los Danzantes de Cerillo antes de ingresar a la grama del estadio Libertad.
Todos los zanqueros de los diversos
colectivos se muestran felices porque serán sus compañeros los que deban
demostrar el mejor talento ante el jurado, también se notan decepcionados, no
pudieron ingresar porque cada zanco podía arruinar la grama del estadio. Aún
así Lucía Portillo estaba dichosa. Su hermana Cristina Cruz me cuenta que ella
estaba ahí, acompañándola, porque entre los 25 propósitos que Lucía planeó para
cumplir en 2012, estaba el de poder ser parte de los carnavales de negros y
blancos, y hoy estaba haciendo realidad ese sueño.
“Definitivamente no hay límites para nada”
dice Lucía, evidentemente emocionada, con una sonrisa que contagia. Exhibe una
mariposa pintada en su rostro y mientras termina de organizarse cuenta que fue
cuestión de ver a los grupos coreográficos pasar frente a ella para sentir esa
emoción “ese deseo de ser parte de ellos, quería vivir ese trabajo, ese
esfuerzo, esa pasión por lo que somos, porque aquí se demuestra la belleza de
nuestra música, de nuestro amor por la tierra”. Carlos Cruz, hermano de Lucía
está feliz, también la acompañó y en una mochila lleva dulces, panela, mucha
agua e información de la representación del grupo del colegio María Goretti al
que pertenece Lucía. “Esto es lo que nos mueve como departamento rico, diverso
y a la vez único” comenta Carlos una vez pasa otro de los colectivos frente a
nosotros evocando cantos andinos que remueven las entrañas. Lucía la hermana,
Ana Lucía la madre y Carlos el hermano menor, señalan a Cristina como la
responsable de toda esa pasión, alegría y emoción que demuestran en cada
palabra y gesto a través de los cuales hacen visible su amor por la música, por
la danza, por la tierra: “imagínese que tuve que llegar a este momento para
saber que yo era la culpable de todo esto”. Como familia se abrazan, sonríen,
se conmueven.
Carlos, Ana Lucía, Lucía y Cristina, ejemplo de una familia que hace del Carnaval de Negros y Blancos, un propósito, un sueño cumplido: danzar por la tierra.
Cada colectivo da lo mejor de sí en ese
escenario fantástico, iluminado para un gran espectáculo que emociona al más
frío de los artistas. Tras la escena se besan las parejas felices de haber
danzado, se abrazan los amigos. Los más jóvenes buscan el refrigerio. Uno que
otro acompañante pelea con el Policía encargado de no dejar pasar a nadie hasta
la grama. Madres cargan hasta 4 o 5 bolsos donde llevan las pertenencias de sus
hijos. Algunos untan sus caras con aceites y filtros para suavizar la piel
quemada por el viento. Varios se dan un banquete de papas cocinadas
cubiertas de ripio de carne frita. En la avenida la espera continúa y el
carnaval es un derroche de todo tipo de mercancías para el juego. Otros
aprovechan para calmar el hambre de los más ansiosos que se dan gusto con
pinchos de carne, papas topadas de jugosos caldos, jugos y gaseosas de todo
sabor y marca.
A la orilla del camino se construye "La otra senda", desde ahí la mirada es otra, desde ese punto la experiencia es diferente.
Policías venidos de otras tierras muestran
su fatiga, y agentes del tránsito local se despiden hasta el otro día. La
avenida panamericana es un solo tumulto de buses, taxis y carros particulares,
pero sus pitos no alcanzan a silenciar el triunfal canto de las zampoñas, las
quenas, los bombos y redoblantes que una vez más llaman a la entrañable tierra
para celebrar con ella un año más de fiesta y carnaval.
Nos vemos en la otra senda.
*Durante la escritura de esta crónica me enteré a través
del arquitecto Darío Gamboa de la muerte del profesor Julián Rosales, docente
de educación física de la Institución Universitaria CESMAG. Según me narra, un
infarto interrumpió su danzar. Silencio y paz. Sea esta nota un homenaje a
aquellos que trazan historias a cada paso del carnaval, porque son justamente
los protagonistas de “La otra senda” que hemos decidido andar.
AGRADECIMIENTO ESPECIAL A LUIS PONCE M. QUIEN CEDIÓ ALGUNAS DE SUS MEJORES IMÁGENES PARA AMBIENTAR ESTA CRÓNICA DESDE LA OTRA SENDA.
AGRADECIMIENTO ESPECIAL A LUIS PONCE M. QUIEN CEDIÓ ALGUNAS DE SUS MEJORES IMÁGENES PARA AMBIENTAR ESTA CRÓNICA DESDE LA OTRA SENDA.
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jueves, 3 de enero de 2013
miércoles, 2 de enero de 2013
DESCUBRIENDO LA PIEL DEL CARNAVAL
Poesía, teatro y salsa
Así fue la otra senda del 2 de enero.
Coordinador
Área
de Comunicaciones
El cielo de la mañana estaba tan gris como
cuando se presagia que la lluvia va a ser la compañía del día completo. Se
quedó el frio y la lluvia no llegó. Mientras por la senda oficial marchaban las
colonias de los municipios nariñenses residentes en Pasto, hacia el medio día la
Pinacoteca Departamental abría las puertas a la pintura, a la poesía y a la
fotografía en un escenario propio de ese otro carnaval que empieza a abrirse
lugar en medio de la agenda institucional.
Rodeados de la pintura de Alberto Salazar
Paz, acompañados de la fotografía de Manuel Noguera Salas y expectantes del
trabajo de “Body Art” de Nelson Villacis, todo en esa casa blanca hablaba de
piel y ciudad, de piel y papel, de piel y desnudes. Todo el lenguaje de lo
pagano se daba cita minuto a minuto. Poco a poco el patio central de la
pinacoteca estuvo rodeado de personas dispuestas a presenciar el trabajo de
Nelson Villacis, hijo de la tierra de Ibarra (Ecuador) que según su propia
descripción es escritor, pintor, poeta, y canalizador de energías.
Nelson fuma en la acera mientras espera que
su lienzo llegue. La modelo está en un trancón a unas pocas cuadras del lugar
donde se exhibiría su piel para ser dibujada por un nuevo pincel multicolor.
Durante la espera Nelson cuenta que hace 10 años no venía a Pasto, y que anhela
que aún el Carnaval conserve la esencia de la identidad cultural que le dio
origen a la fiesta, “pues siempre se corre el riesgo de que el interés de
sostener el espectáculo con el dinero del mercado sofoque a la fiesta y su
origen”.
Huele a pollo frito, y entre tanto Vanessa
Mosquera danza en el escenario una música contemporánea. Una turista llega
apresurada a comprar un afiche de una Mona Lisa pastusa que Osmar Solarte
dibujó acompañada de cuyes, vestida con una chalina y con su rostro marcado con
una pintica de carnaval.
El frio es intenso en el sitio, un sol
tímido se deja ver por entre la marquesina plástica. La modelo llega y Nelson
Villacis sonríe luego de que ha leído algunos poemas que cargan en su misterio
narrativo todo el lenguaje del sexo, de la piel, del cuerpo abierto y dado a la
pasión de la carne que vibra. Villacis pintó el cuerpo convertido en lienzo y
ofreció un nuevo espectáculo de expresión a quienes se permitieron vivir ese
otro mundo de colores vivos y de esculturas de carne y hueso. No hubo carroza,
pues aquí el cuerpo es la figura principal que desfila en un acto de exhibición
natural.
Acertada la decisión de Urkunina literaria
que en el evento alternativo del medio día le regaló a la ciudad a través de“Poetas en Carnaval” la pertinente obra de Nelson Villacis, en medio de una
fiesta que en silencio también habla del roce, del toque, del otro cuerpo.
Como el cuerpo pintado que se transforma así
mismo empieza la ciudad a cambiar. La tarde llega. En la tarima principal de la
“Plaza de Nariño” suenan ya las melodías de la música campesina y entre
cervezas y algo de juego los espectadores ríen con el humor pastuso. A la misma
hora en la plazoleta de San Felipe, el escenario urbano se prepara para abrir
paso al teatro. Ahí, Andrea García, una poetiza nacida en el “Valle de Aburrá” (lo dice casi en secreto porque prefiere
decir que es de ahí y no de Medellín, porque le suena más bonito) cuenta que llegó
por una invitación y se quedó por amor a vivir sus primeros Carnavales de
Negros y Blancos. Atrapada está Andrea en el “Valle de Aturez” como le gusta
llamar a Pasto.
“Todas estas expresiones independientes son
la respuesta de una relación de humanidad a una relación de mercado”, así comenta Andrea, la abogada creativa que escribe versos y los vende para poder sobrevivir.
En sus ojos brilla el amor por esta tierra que la sedujo en plenitud. Hablamos
brevemente y sale corriendo porque en la plazoleta ya está Rodrigo Jiménez,
quien en los minutos siguientes encarnó a Jesús, Pedro, al tuberculoso, a la
hermana loca, al mismísimo diablo y hasta la mujer cantaletosa de Peralta, el
emblemático personaje de “ En la diestra de Dios Padre”, que Jiménez interpreta
con marionetas gigantes de tubos que él mismo habita. Se enmascara el actor,
juega y hace jugar al público.
El público asiste desprevenido y termina
riendo en diálogo directo con el actor que adapta el lenguaje clásico de la
obra a un estilo contemporáneo bastante rico en música, jergas, y en divertidas
situaciones que hablan de un juicio escénico que habla de la riqueza del teatro
en Carnaval.
La plazoleta huele a empanada, se ven ya las
mazorcas asadas, y las manzanas endulzadas adornan los bordes del teatro
natural. Rondan algunas cervezas, y mientras las campanas llaman a la misa, el
teatro llama a la imaginación.
Mariela sonríe porque dado que no le gusta
el juego pleno del carnaval encuentra en estos escenarios otra manera de
disfrutar la fiesta. Heraldo Romero sale emocionado hacia otro lugar después de
haber sido escuchado con su poesía. Y con carcajadas y ese tono optimista que
marca su vida Andrés Caicedo abraza a sus amigos y marca el paso de la utopía
“ese del que habla Eduardo Galeano, porque para eso sirve, para caminar”. Paso
a paso “Poetas en Carnaval” se constituye en un escenario alternativo para
abrir nuevas sendas de juego, de comprensión, de estética, de expresión.
Así fue este día, lleno de poesía, de
erotismo, de lenguaje extendido, de pintura, de teatro, de palabras juguetonas
en el aire, de máscaras y desnudes, así fue la otra senda de hoy, la del otro
carnaval que también se extiende hacia las otras ciudadanías que buscan nuevas
formas, estéticas, y maneras de gozar de un carnaval abierto al mundo.
Nos vemos en la otra senda.
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