SERIE:
BAILAR, REZAR, NARRAR.
Historias
de San Pacho
Los cachés no se hacen solos.
Por: Gustavo Montenegro Cardona
Te comprendo Johana, cualquier persona que
haya pasado noches enteras durante los últimos tres meses diseñando y
fabricando 1.700 vestuarios para las comparsas de las fiestas franciscanas
estaría igual de cansada.
Es casi natural que pidas que te
maquillen para verte más presentable ante la cámara que registrará tu
testimonio como diseñadora de cachés para las fiestas san pacheras. Son esas
decisiones las que hacen notorio tu carácter y tu determinación como
diseñadora, empresaria y artesana.
Hoy, justamente hoy, estás de
cumpleaños “los suficientes” dices en medio de esa carcajada que deja ver que
te muestras seria, pero eres una mujer de alegría plena, sonriente, feliz,
dichosa. Por eso te sientas con absoluta naturalidad, dejando reposar todo el
cansancio acumulado por esas jornadas que como bien dices “pueden comenzar a
las ocho de la mañana, y terminar al día siguiente”.
Johanna Valoyez con integrantes de su equipo en el taller "Arte y Joya"
Así te empezamos a conocer Lady Johanna
Valoyez Cuesta, la espléndida representante legal del taller “Arte y Joya” que
al decir de varios sanpacheros hoy diseña los mejores cachés para las fiestas
de San Pacho. Bien lo explicas “el caché es el vestuario que lucen las
empresas, entidades, o personas que de cada barrio desfilan durante la fiesta,
se compone del vestuario, los accesorios, la parafernalia y el tocado”.
Pero esos cachés no se hacen solos. La
calle, tu pasarela principal, exhibe hoy por hoy, el resultado de tus 19 años
de experiencia profesional y de presencia de tus cachés elaborados a mano en
las exuberantes fiestas san pacheras. Lo que muchos no saben es que durante
esos años, en el día a día, suceden hechos como requerir para el desfile de
Cristo Rey ciento diez máscaras y
recibir del proveedor solamente diez, a las once de la mañana, una hora antes
de iniciar el desfile. O pasar por la presión de recibir una orden de pedido de
un día para otro como la solicitud que te hicieron el primero de octubre para
diseñar el caché del desfile del Niño Jesús que sale el tres al medio día.
El "Caché" es un vestuario que quien desfila lo luce con orgullo y gozo.
Mientras conversamos se siente ya el
sonido de los cohetes de pólvora que anuncian que el último desfile del año ya
se acerca. Vienen bailando, saltando, gritando y gozando los vecinos del barrio
Alameda Reyes. A ellos les correspondió ser los anfitriones de la fiesta del 2
de octubre. Son las cuatro de la tarde y tu deber de matrona del taller es
animar a tus colaboradores a sumarse al bunde que arrastra con toda la fuerza
de la música del pacífico a que los pies se muevan prácticamente solos.
Javier Restrepo Rengifo, un joven
integrante del taller, luciendo sus lentes oscuros, y con algunas copas ya
encima, se asoma al balcón y anuncia que “ya vienen las comparsas y dentro del
movimiento de gente viene un caché elaborado por Arte y Joya”. Javier aprendió
de ver, de mirar. Hace tocados, pecheras, correas, bastones. “Todo lo que sea
lo elaboro yo”. Y a medida que llega la música interpretada por la chirimía ya
se nota la emoción que las fiesta despierta en él.
“En 19 años no había salido en una comparsa”,
nos cuentas Johanna con un aire que parece ser una disculpa pública, pero no es
para menos. Con todo el trabajo que significa que de 55 cachés que participaron
en 2015, 23 hayan sido fabricados en tu taller, es porque se ha debido hacer el
sacrificio de dejar que la fiesta pase ante tus ojos. “Y logramos que ningún
traje se parezca a otro” afirmas con plena seguridad, dejándonos entender que
ese es tu principal aporte a la fiesta san pachera.
La Chirimía, el conjunto musical que acompaña las comparsas es fundamental en el desfile donde se lucen los cachés, el disfraz, y la danza que marca la alegría de la fiesta San Pachera.
Yamile Romaña lleva junto a ti tres
años siendo ayudante del taller. Mientras elabora un cinturón que lucirá la
comparsa del Niño Jesús, se debate entre la pena de la entrevista, la alegría,
y el esfuerzo de lograr un buen resultado en tu diseño. Disfruta tanto la
elaboración del caché como gozó a sus 16 años salir durante todos los días de
la fiesta a bailar, y gozar. Ahora sólo se asoma a la venta para ver pasar el
desfile y siente palpitar el corazón cuando aquellos que lucen los trajes
elaborados por sus manos la saludan, le mandan besos, agradecen, saltan y
gritan sabiendo que lucen, como dice Johanna “el caché que les da estatus, presencia.
La gente, lo entendí apenas ahora que salí por primera vez a un desfile, le
gusta que la admiren, que contemplen su caché, porque han pagado un precio por
él”.
“Homenaje a San Francisco” es el caché
que hoy luce una de las comparsas del barrio Alameda-Reyes, una de las zonas
más comerciales de Quibdó. Desde ya, Johanna empiezas a pensar en el próximo
año, desde ya nacen las nuevas ideas, y los diseños empiezan a rondar por tu
cabeza. Mientras unos gozan de la fiesta de San Pacho, tú, a tu manera,
contribuyes para que cada desfile sea un auténtico carnaval y una elegante
muestra de religiosidad popular.
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