sábado, 24 de octubre de 2015
viernes, 23 de octubre de 2015
PARA CIRCULAR PRODUCCIONES NARIÑO DECIDE
Se llega el día D el próximo 25 de octubre. Compartimos con ustedes las piezas del plan de medios de la Alianza Nariño Decide en el componente audiovisual que pueden servir como insumo para cada uno de sus espacios de cubrimiento este domingo día de elecciones regionales.
Gracias anticipadas a quienes hagan buen uso de este material.
Links de las piezas audivisuales de Nariño Decide con Diego D'Alba que se encuentran en el Canal de Youtube del proyecto.
jueves, 15 de octubre de 2015
DISEÑANDO FANTASÍAS
SERIE:
BAILAR, REZAR, NARRAR.
Historias
de San Pacho
Los cachés no se hacen solos.
Por: Gustavo Montenegro Cardona
Te comprendo Johana, cualquier persona que
haya pasado noches enteras durante los últimos tres meses diseñando y
fabricando 1.700 vestuarios para las comparsas de las fiestas franciscanas
estaría igual de cansada.
Es casi natural que pidas que te
maquillen para verte más presentable ante la cámara que registrará tu
testimonio como diseñadora de cachés para las fiestas san pacheras. Son esas
decisiones las que hacen notorio tu carácter y tu determinación como
diseñadora, empresaria y artesana.
Hoy, justamente hoy, estás de
cumpleaños “los suficientes” dices en medio de esa carcajada que deja ver que
te muestras seria, pero eres una mujer de alegría plena, sonriente, feliz,
dichosa. Por eso te sientas con absoluta naturalidad, dejando reposar todo el
cansancio acumulado por esas jornadas que como bien dices “pueden comenzar a
las ocho de la mañana, y terminar al día siguiente”.
Johanna Valoyez con integrantes de su equipo en el taller "Arte y Joya"
Así te empezamos a conocer Lady Johanna
Valoyez Cuesta, la espléndida representante legal del taller “Arte y Joya” que
al decir de varios sanpacheros hoy diseña los mejores cachés para las fiestas
de San Pacho. Bien lo explicas “el caché es el vestuario que lucen las
empresas, entidades, o personas que de cada barrio desfilan durante la fiesta,
se compone del vestuario, los accesorios, la parafernalia y el tocado”.
Pero esos cachés no se hacen solos. La
calle, tu pasarela principal, exhibe hoy por hoy, el resultado de tus 19 años
de experiencia profesional y de presencia de tus cachés elaborados a mano en
las exuberantes fiestas san pacheras. Lo que muchos no saben es que durante
esos años, en el día a día, suceden hechos como requerir para el desfile de
Cristo Rey ciento diez máscaras y
recibir del proveedor solamente diez, a las once de la mañana, una hora antes
de iniciar el desfile. O pasar por la presión de recibir una orden de pedido de
un día para otro como la solicitud que te hicieron el primero de octubre para
diseñar el caché del desfile del Niño Jesús que sale el tres al medio día.
El "Caché" es un vestuario que quien desfila lo luce con orgullo y gozo.
Mientras conversamos se siente ya el
sonido de los cohetes de pólvora que anuncian que el último desfile del año ya
se acerca. Vienen bailando, saltando, gritando y gozando los vecinos del barrio
Alameda Reyes. A ellos les correspondió ser los anfitriones de la fiesta del 2
de octubre. Son las cuatro de la tarde y tu deber de matrona del taller es
animar a tus colaboradores a sumarse al bunde que arrastra con toda la fuerza
de la música del pacífico a que los pies se muevan prácticamente solos.
Javier Restrepo Rengifo, un joven
integrante del taller, luciendo sus lentes oscuros, y con algunas copas ya
encima, se asoma al balcón y anuncia que “ya vienen las comparsas y dentro del
movimiento de gente viene un caché elaborado por Arte y Joya”. Javier aprendió
de ver, de mirar. Hace tocados, pecheras, correas, bastones. “Todo lo que sea
lo elaboro yo”. Y a medida que llega la música interpretada por la chirimía ya
se nota la emoción que las fiesta despierta en él.
“En 19 años no había salido en una comparsa”,
nos cuentas Johanna con un aire que parece ser una disculpa pública, pero no es
para menos. Con todo el trabajo que significa que de 55 cachés que participaron
en 2015, 23 hayan sido fabricados en tu taller, es porque se ha debido hacer el
sacrificio de dejar que la fiesta pase ante tus ojos. “Y logramos que ningún
traje se parezca a otro” afirmas con plena seguridad, dejándonos entender que
ese es tu principal aporte a la fiesta san pachera.
La Chirimía, el conjunto musical que acompaña las comparsas es fundamental en el desfile donde se lucen los cachés, el disfraz, y la danza que marca la alegría de la fiesta San Pachera.
Yamile Romaña lleva junto a ti tres
años siendo ayudante del taller. Mientras elabora un cinturón que lucirá la
comparsa del Niño Jesús, se debate entre la pena de la entrevista, la alegría,
y el esfuerzo de lograr un buen resultado en tu diseño. Disfruta tanto la
elaboración del caché como gozó a sus 16 años salir durante todos los días de
la fiesta a bailar, y gozar. Ahora sólo se asoma a la venta para ver pasar el
desfile y siente palpitar el corazón cuando aquellos que lucen los trajes
elaborados por sus manos la saludan, le mandan besos, agradecen, saltan y
gritan sabiendo que lucen, como dice Johanna “el caché que les da estatus, presencia.
La gente, lo entendí apenas ahora que salí por primera vez a un desfile, le
gusta que la admiren, que contemplen su caché, porque han pagado un precio por
él”.
“Homenaje a San Francisco” es el caché
que hoy luce una de las comparsas del barrio Alameda-Reyes, una de las zonas
más comerciales de Quibdó. Desde ya, Johanna empiezas a pensar en el próximo
año, desde ya nacen las nuevas ideas, y los diseños empiezan a rondar por tu
cabeza. Mientras unos gozan de la fiesta de San Pacho, tú, a tu manera,
contribuyes para que cada desfile sea un auténtico carnaval y una elegante
muestra de religiosidad popular.
miércoles, 7 de octubre de 2015
martes, 6 de octubre de 2015
sábado, 3 de octubre de 2015
LA FE NAVEGA EN EL ATRATO
SERIE:
BAILAR, REZAR, NARRAR.
Historias
de San Pacho
3 de octubre para la memoria
Por: Gustavo Montenegro Cardona
Las
manos del artesano
Se comprometió a llegar temprano y
desde las cinco y cincuenta de la mañana ya estaba listo con todo el material.
Su misión, armar la balsa mayor que encabeza la procesión fluvial del tres de
octubre. La punta de lanza de la balsada, evento fundamental en el cierre de
las fiestas de San Pacho, estaba, de nuevo, en las manos artesanales de
Casimiro Perlaza.
Carga con un cuerpo de 1,70 cms, es
ebanista y aprendió a trabajar la madera por herencia familiar. Desde su puesto
de mando orienta a un equipo de cinco personas que carga en sus manos los
clavos, los martillos, los serruchos y las maderas para armar la estructura de
nueve metros de largo por cuatro metros de ancho que servirá de reposo para la
comitiva principal de las fiestas de San Pacho.
Casimiro sabe que tiene una gran
responsabilidad. Esta es el quinto año que se le asigna el reto de armar esta
tarima flotante. Ya son las seis y media de la mañana y a primera vista se nota
un armazón de listones y tablas entrecruzadas sobre tres frágiles canoas. Sin
embargo, al subirse a la estructura se tiene la sensación de estar sobre piso
firme.
Casimiro Perlaza en acción, construyendo la tarima que servirá para la balsa mayor.
Memoria
de trescientos años…y más.
En el contexto de las fiestas
franciscanas el tres de octubre es la fecha cuando se conmemora el día que Fray
Matías Abad llegó con la imagen del Santo de Asís en 1648 en una balsa remada
por indígenas al pueblo de Quibdó, como lo recuerda Ramón Cuesta Valencia,
presidente de la Fundación Fiestas Franciscanas.
Casimiro junto a su equipo es el responsable
de la estructura de madera, Hammer Antonio Ramos Rentería, por su parte, fue el
responsable de diseñar conceptualmente la balsada de este 2015. Para Hammer
todo esto resulta una emoción sublime. Suena el martillo, péguele a ese clavo.
Grita Casimiro “páseme uno de un cuarto”. Se gritan y se entienden entre ellos.
Se mueven entre las canoas haciendo un equilibrio que resulta un caminar
natural. Se meten al agua, salen del agua. Serruchan, serruchan, martillan. En
el ambiente parece una música de percusión la armada de la significativa
estructura. “Yo le meto todo a esta balsada” dice con orgullo Casimiro. “Yo se
la meto toda a este tres de octubre”, afirma Hammer, quien a sus 44 años de
edad, con tres hijos, y como el dibujante de arquitectura que es, narra con
emoción evidente en su voz y sus ojos, lo feliz que lo hace ser el responsable
del diseño de la balsa mayor.
Hammer, el diseñador de la balsa mayor.
Entre
balsas y bongos.
Vestida, como ella dice, al mejor
estilo de la herencia africana, Noency Mosquera Martínez, “conocida en el campo
artístico y cultural como El Bongo de Bojayá”, se asoma a las nueve de la
mañana por el puerto arenero del barrio San Vicente para revisar que todo esté
bien. “Está quedando preciosa la balsa mayor” dice la compositora, cantante,
gestora y líder cultural.
El Bongo, como la balsa mayor, es la
figura que hace alusión al bote más grande que existe en el río Atrato, y con
esa fuerza femenina, Noency resalta que “En los eventos culturales está la
esencia de las fiestas patronales de San Pacho”, destacando el mensaje que para
este año ha decidido llevar el comité responsable de armar la balsa mayor.
Ella es "El Bongó de Bojayá".
Eulalia Casas es una mujer robusta.
Desde donde la miro debe medir más de uno con ochenta. Son las nueve y quince
minutos de una mañana calurosa, de cielo nublado, y una ligera, ligerísima
brisa. “La seño” como la llama Hammer está atenta a todo el proceso de
levantamiento de la estructura. Opina sobre cada detalle. Camina, corre, pasa
una piña, pasa un cartucho, se sube a la balsa, se baja, habla con el uno,
habla con el otro. Corrige, llama a aquel, llama a fulano, señala un puesto,
señala otro lugar. En medio del agite nos cuenta que el propósito de este año
ha sido “Resaltar, que eso es lo que tenemos que hacer en las festividades,
fortalecer los eventos culturales, haciendo realce a eso, y mandando este
mensaje a todos los que participamos, que fortaleciendo, haciendo parte de los
eventos contribuimos a la paz de este país”.
Faltan veinte minutos para las diez. El
puerto está lleno de personas. Al fondo se escucha un grupo de chirimía
ensayar. Cada barrio se ha esmerado por tener su mejor balsa acompañante.
Bombas, arcos, flores, san pachos en madera, san pachos en yeso, andas,
festones, mujeres vistiendo los cachés de los días pasados, otra banda por
allá. Y ahí está Casimiro aún martillando, aún serruchando. Ya falta poco
tiempo para comenzar el viaje.
Asuntos
de fe, de río, de bosque.
Al Santo lo han decorado con las flores
exóticas típicas de la región. No es posible hablar de balsada sin tener
presente el mensaje de protección medio ambiental. Con una paz interior que
proyecta en medio de su 1,90 de estatura, el profesor Edison Blandón recuerda
que San Francisco fue nombrando el santo patrono de la ecología y el medio
ambiente. De ahí que con mayor razón se haga un esfuerzo para que la balsada
sea una expresión de la relación amigable con el río, con el bosque, con la
madera, con el entorno más biodiverso del país.
Son las diez de la mañana. Hammer
celebra con sus lágrimas la emoción que le produce este día en especial.
Casimiro deberá viajar atento a cualquier circunstancia que pueda pasar durante
la navegación. El Santo de Asís se ha apuntalado bien para poder encabezar la
marcha fluvial. Arranca la balsada, y dos personajes anónimos para la mayoría
del público quibdoseño hoy han puesto su mejor esfuerzo para conmemorar aquella
primera llegada de San Pacho a través de este río Atrato por donde hoy navega
la fe.
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