Cordialmente los invito a que visiten el blog de nuestro lector Daniel Mora quien nos ha rendido un espacio significativo. A Daniel un abrazo y un enorme agradecimiento.
Este blog, que fue creado por el señor Gustavo Montenegro, llamó mi atención debido a que es enteramente dedicado a hacer patria desde la palabra.
Es un blog de paz, pero vaya contradicción con el párrafo anterior, no solo de palabra, mas bien, desde la palabra nos invita a la acción y nos va mostrando las acciones y avances que se han estado llevando a cabo en este sentido en la comunidad donde el señor Montenegro habita.
Muchos quisiéramos acabar la hambruna en África, atacar la desigualdad enorme, específicamente en lo referente a la posibilidad de educarse, que se presenta en tantos países latinoamericanos, y así muchas otras circunstancias que agobian el planeta en que estamos viviendo, sin embargo, cada uno de nosotros tiene una vocación, posee unos talentos y habita en determinadas latitudes. Cuando nuestra cuenta bancaria no alcanza para acallar aunque sea un poco los gritos del hambre en el mundo, o nuestra posición, en organizaciones estatales o privadas con poder para hacer algo “trascendente” a nivel mundial o nacional, no existe o es de un nivel “inferior”, surgen entonces en los corazones, inconformes y llenos de amor, de muchos gestas como la de Gustavo Montenegro. Los invito a conocerla, a disfrutarla y a difundirla.
Como Colombiano solo me quede agradecer a Gustavo ese amor y dedicación a su vocación que tanto bien y diferencia hacen en su comunidad.
Es un blog de paz, pero vaya contradicción con el párrafo anterior, no solo de palabra, mas bien, desde la palabra nos invita a la acción y nos va mostrando las acciones y avances que se han estado llevando a cabo en este sentido en la comunidad donde el señor Montenegro habita.
Muchos quisiéramos acabar la hambruna en África, atacar la desigualdad enorme, específicamente en lo referente a la posibilidad de educarse, que se presenta en tantos países latinoamericanos, y así muchas otras circunstancias que agobian el planeta en que estamos viviendo, sin embargo, cada uno de nosotros tiene una vocación, posee unos talentos y habita en determinadas latitudes. Cuando nuestra cuenta bancaria no alcanza para acallar aunque sea un poco los gritos del hambre en el mundo, o nuestra posición, en organizaciones estatales o privadas con poder para hacer algo “trascendente” a nivel mundial o nacional, no existe o es de un nivel “inferior”, surgen entonces en los corazones, inconformes y llenos de amor, de muchos gestas como la de Gustavo Montenegro. Los invito a conocerla, a disfrutarla y a difundirla.
Como Colombiano solo me quede agradecer a Gustavo ese amor y dedicación a su vocación que tanto bien y diferencia hacen en su comunidad.
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