Tercera noche de PastoJazz
Por:
Gustavo Montenegro Cardona
El
festival alcanzó un punto álgido de emociones musicales gracias a dos
agrupaciones que lograron cautivar al público desde la experimentación, la
mezcla de sonidos y la presencia de una instrumentación que resultó todo un
descubrimiento.
Desde el fondo del teatro, en lo
profundo, emerge un sonido, como si las aguas del río vinieran viajando por las
paredes del auditorio. Redil, en el formato de cuarteto ya está en el escenario
y los primeros acordes coinciden con un ritmo que marca un compás de tipo
festivo. Al formato de contrabajo, saxofón y batería se suma el dulce sonido de
la marimba de chonta reclamando un lugar merecido desde que Colombia ha
enriquecido desde varios años las diversas formas del jazz.
Basta con llamar a Hugo Candelario
González a la escena y los aplausos se acomodan a los sonidos del “Río Guapi”.
Con suavidad Fredy Colorado va tomando postura y su percusión irrumpe sin
dificultad en el formato que es una mezcla constante de improvisación y
juguetonas notas.
Redil convoca a los duendes que se
acomodan en la marimba, llama al Riviel, invoca a los imaginarios populares, e
invita constantemente a los fantasmas de la memoria ancestral que suenan en la
voz del saxofón, que navegan en medio de la alegre percusión, y que juegan con
una marimba que más que un instrumento exótico es el alma de esta agrupación
que marcó la fiesta en la tercera de las cinco noches de “PastoJazz”.
Los jóvenes juegan, experimentan, son
atrevidos, con respeto miran al ancestro, lo evocan, y “cantan” con esos
espíritus que son llamados por los sonidos de un contrabajo, la flauta, la
guitarra, la marimba, y la percusión alborotada. Redil es un colectivo que produce
músicas donde otros aún apenas descubren sus primeras notas.
Actualmente Redil está
conformado por músicos colombianos de gran recorrido como Santiago Botero,
Urián Sarmiento, Juan Ignacio Arbaiza y Adrian Sabogal. También han enriquecido
este trabajo las participaciones de los maestros Hugo Candelario, Freddy Colorado,
Pacho Dávila, Lawey Segura y Juan Benavides. La
fiesta llegó a “PastoJazz” con Redil Cuarteto, y todo ese sabor resulta fácil
de degustar porque es nuestro propio alimento musical. Se despide el grupo
colombiano a ritmo de un canto propio de las chirimías chocoanas dejando la
piel alborotada y el corazón emocionado.
El “Handpan” tiene la apariencia de
unos caparazones de tortuga pegados entre sí. Otros dicen que se parece a unos
ovnis venidos de otro mundo. Lo más cierto es que es un aparato inventado como
instrumento músico en pleno siglo XXI que ofrece una sonoridad que se acopla
con facilidad al formato del piano-guitarra y flauta traversa generando una
atmósfera que sin esfuerzo traslada a la audiencia a las sonoridades del lejano
oriente.
Liron Man supo recibir la “buena onda”
de la audiencia que en mayor número llegó al Teatro Javeriano. El denominado “las
manos más rápidas del handpan en el mundo” no tardó en demostrar el por qué de
su reconocimiento como intérprete del exuberante instrumento. A su vez, Itamar
Erez, un genio de la guitarra daba muestras de virtuosismo al lado de un Barak
Sober que se mostraba feliz, divertido, apasionado al sacar de su flauta
traversa las notas adecuadas para ofrecer un repertorio que trajo el mundo de África
hasta la capital de Nariño.
Las alteraciones rítmicas, las voces
instrumentales combinadas, la exploración de los sonidos que llegaban de todos
los rincones del mundo, culminaron en un desenfreno musical que realmente dejó
huellas en la piel de quienes acudieron al llamado de la quinta versión de “PastoJazz”.
Mayor
información
Juan Carlos Santacruz Gaviria
3006519316
correo@fondoculturanarino.org
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