Arrancó
Andar el Sur
Un
tiempo de espera para seguir andando
Por: Gustavo Montenegro Cardona
Coordinador Area de Comunicaciones
Un
emotivo acto inaugural marcó el primer paso del encuentro de experiencias
significativas de paz para pensar, sentir y transformar Nariño. Estamos en
Andar el Sur.
Como decirte, Laila. Laila mujer, Laila
mujer negra. Laila maestra. Laila vestida de azul. Laila mujer negra pacífica,
maestra y gestora. El expresar de la danza de la Fundación Cultural Tumac fue
el punto final del programa del acto inaugural, pero marcó el comienzo de la
fiesta en la que se constituye “Andar el Sur”, encuentro de experiencias
significativas de Paz. Laila Quiñones y su grupo de jóvenes danzantes puso en
escena todo un recorrido por las principales manifestaciones de la cultura de
cantadoras, arrullos, currulaos, símbolos y expresiones de las estéticas
diversas del pacífico sur.
La Fundación Cultural Tumac, en una noche de gala, de danza, de emoción en la instalación de "Andar el Sur".
Todo fue música y sensibilidad en el primer
acto de esta obra. Minutos antes ya los niños del centro musical Urcunina del
programa Batuta le habían dejado al público un agradable sabor a son sureño a
los más de 400 asistentes que aceptaron la invitación para ser parte del acto
inaugural de “Andar el Sur”. Gustavo Nuñez, como alcalde encargado de Pasto dio
la bienvenida. El Gobernador de Nariño, Raúl Delgado Guerrero paseó por la historia de este departamento siempre
particular en sus maneras de participar de los diferentes hitos que le han
significado ese sello identitario en su forma de ser y pensar. “La paz no se
hace desde afuera, sino desde adentro”, fue el mensaje enviado por el obispo de
Pasto a la asamblea de andantes de este sur que ya empezaba a entrar en una
atmósfera cálida, amigable, humana, pacífica.
En un juego de imagen, sonido, música,
paisajes sonoros de lo andino y fotogramas en movimiento del Nariño que anda el
sur, el grupo “Apalau” puso en movimiento musical un ensamble con el fondo ya
místico de una Guañena que circuló entre lo tradicional, lo contemporáneo y lo
puramente originario. Ya la alegría, cerca de las nueve de la noche era
imparable, y los corazones estaban estremecidos.
No era para menos, luego de haber escuchado
al representante Residente del PNUD y Coordinador Residente y Humanitario del
Sistema de Naciones Unidas en Colombia, Fabrizio Hochschild, quien reconoció el
inmenso valor de las organizaciones civiles, privadas, públicas, de jóvenes,
mujeres, niños y niñas que en el sur le han dicho sí a la paz desde ejercicios
particulares de no violencia a pesar de todas la violencias.
La Cooperación Internacional se hizo
presente en la voz de Fernando Rey, y la Defensoría del Pueblo ratificó su
compromiso para andar el sur junto con todos los presentes. Al final Yenny
Ibarra del colectivo de comunicación Generación Alternativa puso el tono de los
jóvenes que en representación de las experiencias de paz reunidas en Andar el
Sur, instó a que los compromisos no se quedaran en el papel, sino que fueran
letra viva, palabra actuada, hecho declarado por la paz.
Y llegó Laila, como siempre, imponente, con
su voz fuerte, con su tono de afrodescendiente. Laila vestida de azul dio paso
para iniciar ese recorrido por la cotidianidad del pacífico sur que con su
particular manera de habitar el mundo sabe construir paz desde la cultura y la
expresión artística.
Al final, la piel erizada, y la mente
dispuesta para iniciar este recorrido hacia el reconocimiento de aquellos
seres, actores sociales de lo cotidiano que más allá de lo que suceda en la
Habana, desde lo oficial, y lo institucional, le dicen hoy sí a la construcción
de PAZ. Porque para eso han venido, para hacer una pausa, para luego, seguir
andando.
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